Dani Vivian se está ganando a pulso su regreso al Athletic al término de la presente temporada. Su cesión al Mirandés está siendo sumamente fructífera para las tres partes implicadas en el acuerdo alcanzado el pasado verano. El central gasteiztarra está realizando una temporada muy completa con el club rojillo en Segunda División.
Vivian, de 21 años de edad, sí aceptó al término de la pasada campaña, a diferencia de su entonces compañero Areso, la propuesta que recibió desde Lezama para renovar su contrato como rojiblanco hasta 2023, con una cláusula de rescisión de 40 millones de euros, e irse cedido al Mirandés. Las cosas, pese a un periodo parado por lesión, le están yendo bien al defensa alavés en Anduva. Su equipo marcha en la octava posición de la tabla con 40 puntos y él ha participado en 19 encuentros, completando un total de 17, siendo titular en 18 y firmando dos goles. El último de este tanto, el de ayer ante el Málaga, sirvió para que los tres puntos se quedasen en casa.
“Orgulloso, contento y responsable”, aseguraba meses atrás el propio Vivian al haber sido designado por sus compañeros como uno de los capitanes del equipo. Se da la circunstancia de que el ahora central del Mirandés dejó por deseo propio el Ariznabarra cadete para jugar en el Santutxu juvenil y allí tuvo como entrenador a Ibai. Años más tarde, ambos ha llegado a compartir vestuario y equipo en el Athletic.
Vivian pasa por ser un central fuerte y rápido, al que le gusta ir al choque y eficaz en el juego aéreo tanto a la hora de defender como a la de incorporarse al ataque en las jugadas a balón parado. En el Athletic tiene una dura competencia con Yeray, Iñigo Martínez y Nuñez.